miércoles, 24 de noviembre de 2010

"Partes Traseras"
Una Convocatoria Literaria: Este Jueves un Relato

>h">

¡¡Cuánto dan de sí los culos!! , bueno claro que unos más que otros, grandes, pequeños, gordos, respingones, planos… ¿culos? ¡¡culoooos!!
¿Hablamos de esa parte de la anatomía donde la espalda pierde su digno nombre? ¡¡Que antiguo!! Ahora decimos culo…culO…cuLO…cULO…CULO, CULO, CULOOOO. ¿Quién introduciría en el diccionario de la real academia una palabra tan esdrújula como “pompis”?. entendiendo por esdrújula que tenga que sonar bien al oído. ¿Trasero? al menos viene detrás.
Todos tenemos culo, hombres, mujeres, animales, botellas, coches…y un sinfín de etcs. No voy a hablaros del culo de la botella. Os hablaré de ese, ese culo de los hombres en cuestión, y no digo hombres como genérico (que de eso ya se encarga la ministra de igualdad porque no hay cosa más importante que resolver en este país) digo hombres al referirme al sexo masculino de esta maravillosa nuestra especie.
¡¡Ayyy el culo de nuestros chicos!! Esa sinuosa curva de ondulación variada pero no menos atractiva por ello en las distintas complexiones masculinas, esa curva muchas veces coronada por idílicos hoyuelos que nos deleitan.
Una sonrisa, la mirada, las manos todo ello es importante a la hora de la seducción, tu tono de voz, un agradable aliento, un susurro que me cosquillea en la oreja, ese escalofrío que me produces…pero ahora…acércate a la barra a pedir otra ronda, acércate al aseo o simplemente a saludar a ese amigo que acaba de entrar y dame la espalda, ¿Qué digo? ¿La espalda? No dame tu culo, que yo te observe mientras caminas, que pueda mirar tu culo e imaginar cómo es bajo ese vaquero, si te queda justo y marcando, dibujando tu anatomía, o queda holgado sobre tus nalgas, déjame imaginar esos hoyuelos que lo coronan, deja que sueñe en como mis manos bajan desde tu espalda y vuelven a ascender sobre tus nalgas acariciando la hendidura que las separa, déjame imaginar…agarrando tu culo con ambas manos …apretándote contra mi…girando sobre nosotros sin soltarte…

-¿Puedo sentarme?
-claro que no… si, si claro, perdona.
-¿Cómo te llamas?
-Lujuria…quiero decir Nuria.



Más partes traseras en casa de GUS

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Relaciones Paterno-Filiales
Una Convocatoria Literaria: Este Jueves un Relato

MI FAMILA Y UN POCO MAS DE MI

No sé por dónde empezar. Bueno empezaré diciéndoos que creo que he sido, o soy, mejor madre que hija, con esto no puede una decir una que sea buena madre (cosa que por otro lado intento) pero eso quizás les correspondería decirlo a los hijos. ¿Conflictos? muchos, como hija y como madre. La historia se repite, intenta una no repetir los mismos errores que por otro lado cree que cometieron sus progenitores (nunca con intención, por eso son errores) y la mayor parte del tiempo, lo consigue aunque cometa otros en su lugar.

Sí aprendí de mis padres valores como el respeto por encima de todo, el respeto a ellos, a mis profesores, a mis mayores, a mis compañeros, vamos…el respeto ante todo.

Aprendí a mentir jajaja y lo hacía como la mejor, la educación por ellos recibida estaba llena de tabúes, prohibiciones y “pecados” así que me libré de muchas mintiendo. Unas veces me “pillaban” y otras no. Ahora sigo creyendo que mereció la pena. ¿Para qué darles disgustos innecesarios? Éramos cinco y ya tenían muchas cosas de las cuales preocuparse.

Aún así perdí la cuenta de bofetones y cachetes, algún que otro “zapatillazo” (no existían los malos tratos en nuestro vocabulario aunque te dieran un par de zapatillazos por llegar a las 11h en vez de a las 10h)era mala estudiante algo a lo que en mi casa se daba prioridad (también recibí alguna que otra por ese lado o por hacer “pellas”), era revoltosa, trasto, pero no mala. Mi mundo eran los caballos, ahí si destacaba, los perros y gatos abandonados eran mi prioridad ante la clase de mates o lengua lo cual me acarreó no pocos disgustos. Aun con todo, era la mayor y tenía una relación especial con mi padre al que adoraba y perdí muy pronto.

Como madre (como padres) creo que lo he hecho distinto, ya no digo que mejor como he dicho antes, pero si diferente.

Fui madre por primera vez a los 26 y por segunda vez a los 27, mis hijos, chica y chico por este orden, se llevan quince meses (siiii la consabida parejita, no era mi intención pero el segundo llegó demasiado pronto y me planté) como nunca hubo un tercero en discordia (no sé si por eso) se llevan de maravilla, no ha habido peleas nunca, sí, he dicho nunca. Se han protegido mutuamente de los demás y se han guardado las espaldas el uno al otro, incluso ante nosotros (nunca se han “chivado”) eso me ha hecho sentirme orgullosa de ellos. Claro que han hecho trastadas y está claro que donde no hay un tercero, ha sido uno u otro o si no, los dos. Si me han llamado del colegio o del instituto, siempre ha sido por la niña cuya faceta en los estudios ha sido muy similar a la mía, (en ese sentido le costó madurar hasta el segundo año de facultad) pero nunca por un conflicto con compañeros, una falta de respeto o una mala conducta que no fuera ser una charlatana en clase.

En casa no han existido tabúes, han aprendido de tolerancia, de justicia e injusticia, se ha tratado la religión pero no se les ha obligado nunca a decantarse, se ha hablado siempre de todo, (para lo cual he tenido que educar primero a mi marido que era un poco más “carrocilla” para según qué cosas) hay cosas que mis hijos hablan solo conmigo y luego yo se las hago saber pero incluso me parece bien que exista ese escalón más, para el respeto hacia su padre.

He procurado ir por delante de ellos en las situaciones que se podían presentar en cuanto han empezado a salir con pandilla, en las relaciones chico-chica, drogas, sexo y rock and roll (en determinados momentos en clave de humor) ahora con 21 y 22 años creo que tienen la cabeza muy bien amueblada de lo cual me siento orgullosa. Siempre dando una de cal y otra de arena, somos amigos pero NO colegas, siempre hay un escalón, el del respeto porque ante todo somos padres.

Creo hemos hecho conjuntamente una buena labor como padres pero eso el tiempo lo dirá.

.-Algunas anécdotas o preguntas de nuestros hijos ante las cuales se nos queda cara de “gilipollas”:

-Laura 8 años, estudiando algo de geografía; “mami pero ¿una cordillera no es una señora que se enamora de otra señora?”Con 8 años explícale que esa no es la palabra adecuada para denominar la homosexualidad femenina. (Cara de gilipollas)

- Manu 10 años; “¿mamá tu eres virgen?” (Otra vez cara de gil….) pues…no se espera que lo piense y luego te lo explico.

-Laura 16 años;”mamá tu ¿a qué edad perdiste la virginidad?” es parecida a la anterior pero no tiene nada que ver, (varía la edad y el contexto) por un lado quieres decirle que mucho mayor que ella, por otro quieres decirle que mayor que ella pero no mucho, por otro lado quieres decirle que qué es eso de la virginidad… (Cara de gil…)Mejor vamos a tener una charlita al respecto.

¡¡Pero es que ¿todas las preguntas van a ser de sexo?!! Casi…

-Manu viaje de final de bachillerato 16 años (se hace en primero porque en segundo tienen la selectividad)

-Mamá creo que llevo poco dinero

-Hijo es que ya está bien, si lo tienes todo pagado

-Bueno todo, todo no jajaja (risitas con su hermana) es que no me da ni para condones. Jajaja (mas risitas) él, aclara que es un decir, que quien dice para condones dice para otra cosa.

-Ah pues eso díselo a tu padre jajaja (ahora la que me rio soy yo, como no, su hermana también.

-Ni de coña… (las chicas volvemos a reírnos)

-Si se lo dices, independientemente de lo que él te dé yo te doy 20€ más. jajaja. Laura se troncha. (aclaro que lo que tiene que pedirle es para condones)

Laura y yo nos escondemos, teníamos que estar seguras de que se lo decía y ese por 20€ canta la Traviata, (no le gusta nada la ópera). Da varios paseos al salón donde su padre en el sofá revisaba el correo, vuelve, jajaja nos reímos de él, vuelve a ir y así tres o cuatro veces,( hay que contar con que es mas vergonzosillo que la cara dura de su hermana) En dos horas, sale el Bus desde la puerta del instituto al aeropuerto “ahora o nunca”

-Papá, es que con el dinero que llevo…es qué…es qué…necesito algo mas para condones.

La cara de mi marido no la pudimos ver bien para no delatarnos, escuchamos el silencio y al momento el… “¿PARA QUE?” Casi nos delata la risa, a mi marido siempre le ha dado un poco llamémosle de pudor, tratar estos temas con sus hijos. Ahora ya lo tenemos acostumbrado.

El caso es que le soltó 50 pavos, lo que no se cuantos condones quería que se comprara el chiquillo para seis días.

Durante la comida hablamos de todo un poco, pero lógicamente no se habló del tema, del viaje, del hotel, de las gamberradas, de si llevas esto y lo otro del examen que había hecho Laura esa mañana, de fulanito y menganito. Los chicos recogían la mesa y yo fui a preparar el café. Entonces Manu nos contó en la cocina que en un principio su padre al oírlo no levantó la cabeza de la correspondencia, luego le recomendó que pensara con la cabeza, y le especifico que se refería a la cabeza que tenia sobre los hombros, y que no bebiera alcohol, que había que saber pasarlo bien sin hacer tonterías (él siempre en su línea), pero es verdad que si él no pusiera la sensatez la tendría que poner yo, que aunque la pongo, me cuesta y también me pongo mas en el lugar de ellos.

Solté los 20€ que venían a ser de la apuesta y mi hijo se fue de viaje tan contento destino Atenas (a nosotros como mucho, nos llevaban a ver la catedral de Burgos)

Mi marido…ni pio, esperaba yo que en el momento que nos quedáramos solos me lo diría, pero no. Sé ve que lo guardaba como un secreto entre su hijo y el. Pasados dos o tres días hablando de que el chico había llamado desde Olimpia, le pregunté si no tenía nada que decirme, estaba dispuesta a descubrirme, al principio dijo que no, así que al final le conté la trama jajaja se tronchaba y decía que creía que me lo había dicho…, ya, seguro .

Al regreso de mi hijo le pregunte (como siempre en clave de humor) si con 70€ había tenido para suficientes condones.

A parte de esto he regañado, castigado e incluso he dado algún cachete (creo que no los he traumatizado por eso) y aun hoy, siendo mayores de edad tienen mucho que aprender, pero aceptan bien las correcciones y los consejos aunque todavía ves algún “careto” de…que pesada es mi madre o que coñazo son mis padres, pero al menos ahora recapacitan y piensan en lo que les has dicho. La historia se repite, está escrito.

A LOS 5 AÑOS, MI PADRE ES DIOS, TODO LO SABE, TODO LO ARREGLA, QUIERO SER COMO EL

A LOS 15 AÑOS, MIS PADRES NO TIENEN NI IDEA SON UNOS CARROZAS Y NO SABEN NADA

A LOS 30 AÑOS, VOY A PREGUNTARLE A MI PADRE, A VER QUE LE PARECE

ALOS 50 AÑOS, ¿QUE HARIA MI PADRE?

Ya sabéis un poco mas de mi, por qué iba en esta ocasión a inventar una historia cuando tengo en casa la relación PATERNO-FILIAL que me gusta y de la cual me siento satisfecha.







Aquí más para todos los GUStos

NO SE DE QUE COLOR (dedicado a Maria José)

Como he leído por ahí algo de las bragas de Mafalda y esta chiquilla es mi ídolo pues ahí os dejo unas risitas.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Las Redes sociales
Una convocatoria literaria. Este jueves un relato.

REDES SOCIALES


h">

Llevaba mucho tiempo sola, la soledad y el silencio de su casa atrapaban cada vez más a María. Carla y Daniel, sus hijos, no sabían cómo afrontar el encierro de su madre ni su negativa cada vez más arraigada a salir de casa. Esta situación preocupaba cada vez más a sus hijos a los cuales el vivir en otras ciudades por su trabajo no les facilitaba estar tan encima de ella como antes .La llamaban a diario y su voz casi podría decirse que agónica les contestaba al teléfono. Hacía ya seis años que había enviudado y paulatinamente había ido sumiéndose en un abismo de tristeza, habían comenzado sus dolencias. Cuando vivía Pascual él siempre le decía que era como la coca-cola, “la chispa de la vida” y ahora nada la motivaba lo suficiente.
Carla la había apuntado a clases de Yoga, de cocina, iba dos días y abandonaba.
Aquella tarde Carla no se atrevía a llamarla porque no sabía cómo decirle que la empresa la mandaba a Chicago a hacer un Máster y que estaría sin verla hasta Navidad, llamó a Daniel quien se alegró mucho por el posible ascenso de su hermana en la empresa y le dijo que no le dijera nada hasta el sábado que irían a verla.
Lo tomo mal como era de esperar, Daniel y Lorena (su pareja) le dijeron que ellos irían todos los fines de semana y la animaron a que se fuera unos días con ellos a Salamanca a lo cual ya de entrada se negó. No quería moverse de su casa. Daniel le dijo que tendría que echarles una mano y le dieron lo que para ella sería una buena noticia. Estaban buscando fecha para casarse en primavera. María se alegro mucho por la noticia, no le gustaba que vivieran juntos “a lo moderno” y Lorena le parecía bien para su hijo, gracias a ella había terminado la carrera y había sentado la cabeza. Aún así el peso de la noticia de Carla estaba por encima de todo.
Le propusieron hacer un curso de informática Daniel le traería un ordenador ¡¡CON CÁMARA!! para poder hablar con Carla todos los días y además ¡¡podrían verse!! Lo del curso no le hizo mucha gracia pero si podía ver a Carla a diario…quizás lo intentara, con 66 años tenía que salir de ese agujero como fuera y muchísimas cosas de las que disfrutar. Aquello pareció ponerle las pilas, en el ayuntamiento le dijeron que los cursos estaban cerrados y que había lista de espera así que empujada por Carla se acercó a una academia. Al subir la escalera se encontró con Lola, una amiga suya a la que hacía tiempo no veía, Lola se alegro de verla y fue evidente, su marido se había jubilado e iban juntos a los cursos. Lola había querido sacarla de casa muchas veces pero acabó rindiéndose, tenía tres nietos y sus quehaceres y preocupaciones eran otros y cuando la había llamado para salir al cine o a tomar algo siempre le decía que ella no se encontraba a gusto con los matrimonios y sin Pascual. Habían salido muchas veces juntos y lo habían pasado muy bien. Estando con ellos notaba más su ausencia si es que eso era posible. Lola le comentó lo contenta que estaba con los cursos y la acompañó arriba, por la escalera volvieron a cruzarse con un grupo de jóvenes que salían también de la academia y que saludaron cariñosamente a Lola.
Ya subía más animada. Lola le presentó al profesor que sería un chico de unos treinta años muy agradable que le puso facilidades para todo y la animó. Maria salió de allí matriculada, al salir llamo a Carla y a Daniel desde el móvil y casi emocionada les dijo que empezaba el lunes.
El lunes le costó arrancar pero se duchó rebuscó en el armario y se “calzó” unos vaqueros y un suéter de angorina crudo. Se miró al espejo y se sintió bien hacia tiempo que no se miraba al espejo más que para peinarse. De ahí todo vino rodado, ella le explicó al profesor de la academia el por qué de su repentino interés en la informática y le dijo que no quería entretenerse, que lo suyo era por necesidad de tener un contacto más cercano con su hija a la cual estaba especialmente unida y que estaría unos cuantos meses sin verla. El joven atendió su demanda pero le dijo que al menos necesitaba un conocimiento previo al mundo de la red, que tenia cosas buenas, cosas malas y muchos engaños.
En el plazo de un mes María a diario se arreglaba y se iba a la academia, su necesidad de avanzar en conocimientos le hizo aprender deprisa, se miraba todos los días al espejo, iba una vez por semana a la peluquería y tomaba café a la salida de clase con compañeros y compañeras en el centro comercial.
Daniel le había llevado a casa un portátil para que fuera practicando y le había enseñado algunos trucos, páginas, le enseño a entrar en su cuenta del banco, y le mostró unos cuantos chat, le advirtió que no entrara ahí que era todo mentira y que no diera ningún dato que se le pidiera de claves, pin, o datos personales, empezaba su hazaña y estaba contenta.
En la academia con el profesor ya había abierto una cuenta de correo y el Messenger, Daniel le abrió una de Facebook porque Lola le había dicho que ella tenía Facebook como si aquello fuera lo más de lo más y debía ser así cuando en la tele había oído que hasta Karmele tenía Facebook. Daniel le ayudo a buscar a Lola en Facebok, la encontraron, vieron su perfil y le solicitaron amistad, también encontraron a Antonio, el marido de Lola también agregaron a Carla, y Daniel buscó su perfil y se incluyó el mismo. Era tarde, se despidió de su madre y quedó en llamarla al día siguiente.
María se quedó jugueteando un rato, buscó amigos y encontró a conocidos a los que no pensaba ni por asomo que estuvieran en Facebook. Solicitó amistad a alguno de ellos, también se unió a una de la protectora de animales. Ya había tenido bastante, empezó a cerrar ventanas como Dany le había dicho y al día siguiente se conectarían con el Messenger y la cámara para ver cómo funcionaba aquello. Se acostó emocionada al descubrir el mundo que se abría ante ella, ante su soledad. Había encontrado también a una amiga con la que había compartido parte de la adolescencia y de la cual hacia casi 30 años no sabía.
Fue a clase por la mañana, le contó a su profesor su hazaña del día anterior, él se sintió complacido y le dijo que la agregaría a su Facebook. Allí mismo accedió a su cuenta de correo, vio que tanto su hija como alguno de los solicitados el día anterior la habían aceptado ya. Entró en Facebook con su clave “Dany”, se encontró con la solicitud de su profesor y de algunos y algunas compañeras de clase, aceptó las solicitudes y…¡¡Ya tenía 18 contactos!!Escuchó un “plin” que no sabía de dónde venía, al momento volvió a oírlo, el profesor se acercó sonriéndola… ¿No piensas contestar? le señaló una ventana que se había abierto en el margen derecho de abajo.¡¡Mamá!! ¿Estás ahí?.......¡¡. Carla!! ¡¡Le estaba hablando Carla!!Contestó y mantuvo una corta conversación con ella en la cual su hija le pedía que se conectara al Messenger. Tras los pasos indicados por el profesor entró en su cuenta de Messenger y se abrió una ventana negra, había unos dibujos y la imagen se movía, no tardó en darse cuenta que era el estampado de su blusa jajaja ¡¡que despiste!! Se dijo así misma, orientó una pequeña cámara que había sobre el PC hasta que se vio en la ventana negra, de pronto nieve perdió la imagen y apareció Carla,¡¡era su hija!!Estaba en Sevilla en la oficina y la veía como si estuviera allí mismo, si eso era así seria magnifico cuando se fuera a Chicago para lo cual quedaba solo una semana, pero esta noche después del trabajo vendría a casa y pasaría toda la semana antes de irse con ella, harían compras, prepararían su maleta, charlarían y …podría abrazarla.
Todo el mundo de María se iba transformando día a día.
Daniel y Lorena vinieron de Salamanca para verla y despedirse de Carla, le descubrieron que podía hablar con los dos a la vez. Practicaron varias horas frente al portátil, habló con alguno de los contactos que le habían agregado a sus cuenta tanto de Facebook como de Messenger.
Se puso al corriente de la vida y milagros de amigos a los que hacía años había perdido la pista, algunos ni sabían que Pascual había fallecido, ni que tenía dos hijos Daniel y Carla, su amiga de la adolescencia Bea estaba separada y tenía un hijo y Loli con la cual había perdido el contacto al casarse esta y marcharse a Sevilla, seguía casada con Andrés tenía una hija y su hijo Sergio de 20 años había fallecido hacia dos de una enfermedad extraña que María no sabía ni que existía.
Le contó su calvario con la enfermedad de su hijo, le contó de la desasistencia y desconocimiento de esta enfermedad, de la falta de colaboración por parte de las instituciones, le contó de su deterioro y del como fue apagándose día tras día, mes tras mes. Le contó que ella misma empezó a luchar por el conocimiento de esta enfermedad, escribió a periódicos, salió en un programa de televisión siempre intentando recaudar fondos, subvenciones, por Sergio no había podido hacer nada pero había muchos Sergios en la sombra.
María lloró frente a la pantalla del ordenador. Pensó en sus hijos. Se metió en el perfil de Bea. Miró sus fotos. Bea con Andrés cuando aun eran novios, Bea con ella y con otros de la pandilla, Bea con sus dos niños, Bea…con una jovencita y un chaval en silla de ruedas, Bea y Andrés con la misma joven pero ya mas mayorcita y…el mismo chico de la silla de ruedas, más delgado y con un deterioro físico casi increíble. Era Sergio.
En el perfil de Andrés había una carta, era como un epitafio a la lucha de su hijo, a su valentía. Entre los contactos encontró el nombre de una asociación AEPMI, (Asociación de Enfermos de Patología Mitocondriales) abrió la página y allí estaban Sergio y muchos más, mayores y niños. Buscó información en Google, eso era de las cosas que aprendió en sus primeros días de academia. Llamó al teléfono de contacto de la asociación y una voz no desconocida para ella, sonó al otro lado. Era Bea. Hablo largo rato con ella.
Facebook le había llevado hasta Bea y no quería perder ese tren. Llamó a sus hijos y les dijo que se iba a Sevilla unos días, a su hija Carla le extrañó que en tres años no hubiera ido a visitarla y ahora que estaba en Chicago su madre se fuera a Sevilla, era increíble pero se alegró.
Se llevó su portátil ya imprescindible pará seguir viendo a Carla todos los días a las tres en el Messenger, con Daniel hablaba por FB casi todos los días pero ahora había algo más, su…llamémoslo militancia con AEPMI, con quien empezó a colaborar de manera activa desde Madrid haciendo una importante labor en simposios, congresos y convenciones, viajando allí donde estos se celebraban, y recaudando fondos para el estudio de la enfermedad, dándola a conocer a través de esas redes sociales, que en este caso para bien, le habían cambiado la vida.



Más redes en casa de GUS

sábado, 6 de noviembre de 2010

Chiquillos

Terminó de merendar......... le esperaban, salió corriendo mientras se sacudía las migas del suéter, la puerta cerró tras el de un portazo, cogió la bicicleta y los siguió, frente a la casa del viejo, dejaron en el suelo las bicicletas y se acercaron aún más.

El viejo no se asomó, esperaron unos minutos hasta introducirse en la parcela, nada, la casa tenía aspecto de abandonada, se adentraron en ella, les acompañaba el crujir de la madera bajo sus pies y su afán de aventura.
Salieron corriendo, a sus espaldas una caseta de aperos de labranza, no había tal casa, no había viejo.